miércoles, 21 de octubre de 2009

Camerún día 7


Ya llevamos una semana en Camerún, pero tengo la sensación de haber estado mucho más tiempo. Las cosas que hice anteayer me parecen muy lejanas. Hoy sólo hemos operado una hernia, pero hemos estado a punto de meter en el quirófano a urgencia. Era un sangrado ginecológico, pero como al final se ha estabilizado, hemos preferido “guardársela” al ginecólogo que viene el día 25, para que le proporcione el tratamiento definitivo óptimo. Nosotros tenemos algún enfermo por operar, pero vamos casi al día. Sí hay varios casos a la espera del ginecólogo, al cual supongo que ayudaremos en quirófano. Hoy hemos dado de alta a Viviane, la chiquilla de 22 años que por practicarse un aborto en malas condiciones tuvo un perforación y una peritonitis. Me pidió, cuando estaba en la cama, que le hiciera una foto para verse. Hoy se la he repetido y tenía mejor cara. Loles, o Mama Loles, como la llaman todos aquí, es una enfermera voluntaria que se vuelve esta semana a España. Aquí se llama Mama o Papa a todos los que pueden ser mamas o papas, aunque más frecuentemente a los mayores (creo recordar que la esperanza de vida en Camerún es de 56 años). Mama Loles ha estado trabajando este mes en maternidad, y también llevando un poco (por no decir ha estado intentando hacer algo al respecto) el tema de planificación familiar. Pues bien, Viviane, soltera y sin compromiso, le ha prometido a Mama Loles que a partir de ahora usará el preservativo, para que no le vuelva a pasar esto. Aunque esta noche ha llovido, ha salido un día muy soleado y caluroso. Esto lo aprovechan todos aquí para hacer la colada, y tanto en el hospital como en las casas hemos visto la ropa secándose. Es curioso que casi nadie tiene hilos para la ropa, sino que la dejan en el suelo encima de la hierba, o encima de setos o plantas. En la casa en la que vivimos, como planchan toda la ropa, se crea un pequeño retraso en tener disponibilidad de ropa limpia. Como yo no contaba con este retraso, he estado a punto de llegar al límite del reciclado de ropa usada. Pero hoy he tenido mi ropa interior limpia y planchadita. Por los pelos. Después de comer, en el bar de Mama Yoyo, hemos hecho una sobremesa con galletas y jugando al Ludo, una especie de parchís a la africana. Se lo habíamos visto a lugareños, pero hoy lo hemos cogido en el bar. Básicamente es igual, cuatro fichas, tienes que llegar al final de las casillas, pero tiene como variantes que el sentido del juego es el contrario (el de las agujas del reloj), que se sale con un seis en vez del cinco, que cuando matas a otra ficha, ésta se va a tu casa y no a la suya (rollo prisionero, así me lo ha dicho Pierre, de admisión). Nosotros hemos jugado con las reglas españolas, porque cuando lo hemos cogido no habíamos preguntado todavía. En Mama Yoyo nos compramos las Cocacolas para acompañanar a nuestro bocata. Los botellines tienen ahora una promoción que debajo del tapón te puede tocar otra botella gratis. Anteayer me tocó una gratis. Mama Yoyo nos dijo que era la primera que veía. Con la que me dieron por la cara, ayer me tocó otra gratis. Cuando he ido a cobrármela, Mama Yoyo ha puesto cara de pocos amigos, pensando tal vez que le estoy tomando el pelo. Tengo ganas de ver la cara que podrá mañana cuando le enseñe la tapa con bebida gratis que me ha tocado con la Cocacola de hoy. Hemos tenido sesión clínica impartida Samuel, el director médico del hospital. Trataba de dolor abdominal, y ha sido muy simple, de cosas muy básicas. Asistimos todo el personal sanitario del hospital, aunque en verdad va dirigida a los trabajadores contratados, para complementar un poco sus conocimientos. Para nosotros no tiene casi ningún interés, pero vamos por el hecho de mostrar la importancia de estas cosas, e intentar que se cree este tipo de hábitos buenos de trabajo cuando en un futuro (incierto) el hospital sea autosuficiente. Al salir del hospital hemos ido a relajarnos a la playa del faro, donde hemos visto el atardecer. Cuando nos volvíamos a casa han llamado del hospital por una urgencia. Una mujer con dolor abdominal que viene de otro hospital porque el marido no aguantaba más sin que mejorara. La historia que nos cuenta no cuadra mucho con la que ha contado previamente al personal de guardia del hospital. Hemos ido al hospital sólo el equipo quirúrgico por si había que intervenir, pero vamos a darle un margen de horas hasta mañana, cuando le realizaremos una ecografía y una analítica, y veamos cómo ha evolucionado. Parece que pueda tener algo ginecológico, una enfermedad pélvica o un embarazo ectópico (por algunas cosas sueltas que ha dicho la paciente) A la ida y vuelta he conducido yo. Ya no pienso que el coche sea una mierda, aunque el cristal esté roto, el techo acumule agua y caiga de golpe con un bache, no frene casi, el freno de mano no funcione, la luces de cruce parezcan de posición y las largas de cruce, los parasoles caigan sobre la cabeza de conductos y copiloto, la amortiguación no amortigue... funciona bastante bien, sobre todo si pienso en la caña que estamos dando por estas carreteras/caminos. Habría que ver los que duraría cualquiera de nuestros coches por aquí.

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