domingo, 8 de noviembre de 2009

Camerún día 25

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PAELLA CAMERUNESA

Dificultad: media
Tiempo total: aprox. 120 minutos
Tiempo de cocción: ???
Precio por ración: unos 1200 CFAF

Ingredientes para 9 personas: (más la ración del desayuno de Margarita)
- Arroz (algunos dicen que basmati)
- Para el caldo:
1 kg camerunés (algo menos de un kg en el resto del mundo) de camarones
3 tipos de pescado diferentes (a poder ser uno negro, uno blanco y otro mulato)
- Para el sofrito: lo que encuentres por casa, en esta ocasión tomate, pimiento, ajo, cebolla, aceite
- Pimentón español

Instrucciones de elaboración:
Para cocinar este auténtico plato camerunés es preciso que se vaya la luz, o en su defecto realizar la receta a oscuras. El caldo se realizará hirviendo lo que piensas que son sólo cabezas y espinas. Cuando encuentres camarones enteros en el caldo los reservaremos para más tarde. Para el sofrito utilizaremos un aceite bien caliente, y el ingrediente que dejará su sabor peculiar será los restos carbonizados de aquello que se cocinó previamente en el caldero. La cantidad de arroz se calculará a ojo, igual que la cantidad de agua, ya que el punto de cocción del arroz utilizado debe ser desconocido. De hecho, la mejor paella camerunesa se consigue cuando lo que se intenta es hacer un arroz caldoso camerunés, pero al probarlo para ver el punto de sal darte cuenta de que ya está cocido y no poder añadir más caldo. El arroz debe guardar un interminable reposo de 15 minutos mientras llega la bebida fría.

Consejos prácticos:
- Puedes adornar la paella con tomates partidos por la mitad (estilo horterilla del norte) y con los camarones que te encontraste en el caldo.
- Se recomienda acompañar el arroz con cerveza local, como 33 o Castell.
- El postre más acorde a este plato son los buñuelos cameruneses de la boulangerie.


Ayer teóricamente era el último día de trabajo y hoy teníamos planeada una excursión. Pues no. Esta mañana, por suerte a una hora prudente, nos han llamado que por un accidente de tráfico había dos heridos. No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, así que hemos ido todo el equipo quirúrgico. Ha resultado ser una parida, dos mujeres que al volcar el camión en que viajaban presentaban varias escoriaciones y algún traumatismo óseo sin importancia. Pero cuando hemos ido a ver a nuestros pacientes, Henry Patrick, el chico con múltiples abscesos, se quejaba mucho de el muslo izquierdo y al echarle un ojo hemos descubierto otra zona sospechosa de tener pus. Así que lo hemos operado. Hemos drenado la zona, pero al explorar las caras traseras de ambos muslos también hemos tenido que realizar desbridamientos. Presentaba en una de las piernas necrosis muscular, y en la otra colecciones de pus. Este chico no pinta demasiado bien. Le hemos cambiado el cóctel antibiótico que le servíamos a diario. Suponemos que los traumatólogos y el cirujano que venga van a tener que reoperarlo alguna otra vez los próximos días. Nada más terminar la cirugía se ha puesto a llover, y si hasta ahora pensaba que había visto el diluvio universal, lo de hoy, por intensidad, lo supera. Esto ha supuesto que hayamos cancelado la excursión, porque si de normal el camino hacia el sur es toda una aventura (tres puentes en construcción, barrizales perpetuos, baches como acantilados...), con lluvia se convierte en un suicidio. Además no hubiéramos podido disfrutar del día en la playa. A primera hora nada hacía pensar que iba a llover como lo ha hecho, y ha sido el único día que me he dejado la ventanilla del coche abierta. Hemos tenido que achicar un poco de agua del suelo del coche. Pero esto no es todo. Ya me avisaron los pediatras que el techo del coche acumula agua y la suelta cuando estás dentro. Pues no me había pasado hasta hoy. Sacando el coche para volver a casa me ha caído una cascada tipo la del río Lobé encima. Hemos cambiado los planes para comer y, en el camino de vuelta, José, Íñigo y Julio, han pasado por la lonja para comprar pescado. Al volver nos han preparado una paella camerunesa, que a pesar de los contratiempos habituales, estaba deliciosa. Todos hemos repetido. Esta tarde, por culpa de la tormenta, estamos sin luz en la casa. No lo pueden arreglar hasta mañana. Esa noche pensamos salir a cenar para celebrar nuestra marcha mañana. Mañana por la mañana saldremos para Douala, donde pasaremos la tarde en el Mercado de las Flores comprando algo antes de coger el avión de vuelta.

1 comentario:

  1. Ay Dios! Que al final se me ha olvidao pediros si me podiais traer frutos secos/cacahuetes (bueno lo que se me ha olvidao es pedirte que le dijeras a mi papi que me los trajera,que con esto de leerte todos los dias ya he cojido hasta confianza "unilateral" contigo...) pero supongo que ya será demasiado tarde para el encargo...Buen viaje de regreso a casa.Voy a echar de menos leer vuestras aventurillas.Gracias mil por la cercania que nos has hecho llegar...

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